Con una jugada brillante ante los Marlins, el “Astroboy” se convierte en el quinto máximo robador de bases entre venezolanos en MLB
MIAMI – En una noche que quedará grabada en los libros del béisbol venezolano, el segunda base de los Houston Astros, José Altuve, alcanzó una marca histórica al robar su base número 322 en Grandes Ligas, superando al mítico David Concepción y colocándose como el quinto mayor robador venezolano en la historia de la MLB.
El hito llegó durante el primer juego de la serie entre los Astros y los Miami Marlins, cuando Altuve, alineando como tercer bate, protagonizó una jugada maestra con toque sorpresa y robo de base, contribuyendo a un rally demoledor en la cuarta entrada.
“José Altuve sigue demostrando por qué es uno de los peloteros más inteligentes y consistentes de la era moderna del béisbol”, declaró su manager tras el partido.
Análisis del hito de José Altuve
Con esa base robada número 322, el maracayero se posiciona ahora detrás de leyendas como Luis Aparicio (506), Omar Vizquel (404), Bobby Abreu (400) y Elvis Andrus (347). Lo más sorprendente: es el único del top 5 con menos de 100 atrapados robando (96), dejando en evidencia su eficiencia táctica en las almohadillas.
Temporada 2025: números sólidos para el “Astroboy”
- Promedio al bate: .280
- OBP (Porcentaje de embasarse): .341
- Slugging: .455
- OPS: .796
- Hits: 117 en 109 juegos
- Jonrones: 18
- Carreras impulsadas: 57
- Bases robadas: 7 en 13 intentos
Una jugada que cambió el juego y la historia
El rally inició con dobles consecutivos de Jeremy Peña y Jesús Sánchez, seguido del toque sorpresa de Altuve que tomó desprevenida a la defensa de los Marlins. Luego, se robó la segunda, avanzó a tercera con sencillo de Carlos Correa y anotó gracias a un rodado impulsador de Christian Walker. El inning culminó con cinco carreras que definieron el rumbo del partido.
Legado en construcción
Con 34 años y múltiples anillos de Serie Mundial, José Altuve sigue ampliando su legado con cada temporada. No solo es ya un futuro Salón de la Fama, sino un ícono que continúa inspirando a nuevas generaciones de peloteros latinoamericanos.